Descanse en Paz, Manolete

No recuerdo bien la fecha exacta, fue una noche de febrero del año 2003. En el City Center de Nueva York se celebró la Gala de Andalucía dentro del marco del New York Flamenco Festival con un elenco de ensueño: Farruquito, Farru, Juana Amaya, Manuel Soler, Antonio Canales y Manolete. ¡Cinco generaciones de geniales bailaores en un mismo espectáculo! 

Los Farrucos fueron auténticas gacelas en su dueto. Me impresionó, y aún recuerdo como si hubiese sido ayer, verlos recorrer diagonales en el amplio escenario del City Center en lo que parecían cuatro simples pasos de la más absoluta elegancia.
Juana Amaya, increíble ella, demostró que sus vertiginosos pies se transforman en auténticos rayos de compás puro, dejándose la vida misma en el escenario, y derrochando flamencura por todos sus poros.
Manuel Soler demostró su sabiduría, un hombre y su arte, en el mismo centro del escenario, en solitario, bailando, a pesar de su corazón enfermo, en una conversación de una creatividad originalísima con su cajón peruano.
Antonio Canales bailó por soleá y se metió al público en el bolsillo. A pesar de la seriedad y jondura del palo, su baile derrochó gracia, simpatía y sutileza a raudales. ¡Un artistazo! 
Y después, en el último acto de la noche, salió Manolete. Sentado en una silla, al igual que Manolo Soler en mitad del escenario, sólo ante el peligro, inició un baile por alegrías. Y de nuevo, tal y como hiciera Canales, las ideas preconcebidas sobre un palo Flamenco se vieron patas arriba ya que esas alegrías de Manolete no fueron normales, eso fue un verdadero ritual, un conjuro con el que perdimos la noción del tiempo y el espacio. ¡Magistral!

Pasaron varios años, era julio de 2017, y junto con la banda de Jazz Flamenco, los New Bojaira, tuve la fortuna de ir de gira a España. La noche anterior habíamos tocado en el Festival en el Lago de Atarfe. La noche siguiente a nuestra actuación nos deleitamos mis colegas el pianista Jesús Hernández, el batería Mark Holen, el contrabajista Tim Ferguson y yo con unas tapas en Casa Torcuato. En una de las mesas de la placita en frente del Torcuato, en el mismo Albaicín de Granada, echamos una noche al fresco de lo más agradable. 
Al final de la noche, ya de vuelta en casa de Jesús, Tim se dio cuenta que había dejado su móvil en la mesa donde habíamos cenado. Llamamos al establecimiento y de hecho el móvil ya lo tenía a buen recaudo uno de los camareros. Decidimos ir al día siguiente para recogerlo, en ese momento ya era de madrugada, y de paso sería la excusa perfecta para volver y tomarnos otras cervecitas y unas tapas en ese tradicional establecimiento granadino. 

Y así fue. Estábamos sentados en los taburetes de la barra del bar, disfrutando de unos aperitivos, cuando Tim, ya con su móvil en el bolsillo, se fijó en una foto impresionante de un bailaor, entre otras muchas fotos de Flamencos que decoran las paredes del Torcuato. 
Jesús y yo le informamos que ese bailaor era Manolete. Jesús nos dijo que él vivía muy cerca de allí, en el Albaicín. Y yo le conté la sublime experiencia, el embrujo de verlo bailar por alegrías en el City Center de Nueva York.
En ese mismo momento, como si la conversación hubiese sido un presagio, apareció por la puerta del bar un hombre delgado y de baja estatura, pero con un carisma y una elegancia fuera de lo común que lo hacían parecer mucho más grande. Era el mismo Manolete, vestido con camisa y pantalones blancos, portando un bastón que le daba la categoría del Señor, con mayúscula, que en verdad era. Al reconocerlo lo saludamos y a raíz de ahí se entabló una cordial conversación. Le pedimos al maestro que se hiciera una foto con nosotros, a lo cual accedió sin problemas y con extrema simpatía. 

Los New Bojaira con Manolete en Casa Torcuato, Albaicín, Granada.
De izquierda a derecha: Tim Ferguson, Alfonso Cid, Mark Holen, Jesús Hernández, Manuel Santiago Maya "Manolete".

Ayer, 12 de septiembre de 2022, se nos fue para siempre el magnífico artista, bailaor, maestro y Flamenco Manuel Santiago Maya “Manolete”. Mi más sentido pésame a sus familiares y amigos. Descanse en Paz.

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